La villa costera de Saint-Nazaire, en Francia
Playas, un gran puerto, buen patrimonio monumental, museos o una excelente gastronomía marinera son algunos de los motivos para visitar la ciudad francesa de Saint-Nazaire.
Saint-Nazaire es una gran ciudad portuaria del estuario del Loira. Se encuentra ubicada en el departamento de Loira Atlántico, en la región Países del Loira, y es una villa francesa que vive entre la tierra y el mar Atlántico. Sus astilleros y su base submarina fueron el motivo de que la localidad fuera bombardeada sucesivamente durante la II Guerra Mundial. Pero supo recuperarse, al igual que se recuperó de la grave crisis económica que vivieron los astilleros.
Hoy en día mantiene su rico patrimonio y legado urbano, histórico, marítimo y portuario, de gran interés turístico, sin olvidar sus 20 playas, entre las que destaca la playa de Saint-Marc. Recorriendo su senda costera descubriremos también un buen número de recónditas calas y bellos acantilados.
El paisaje de la ciudad lo conforman los perfiles de los grandes trasatlánticos, las grúas, los puentes y las barcas de pesca de llamativos colores. Porque en Saint-Nazaire siguen siendo muy importantes su puerto y sus astilleros, conocidos como Les Chantiers de l’Atlantique. En el libro de "Las 7 bolas de cristal", el famoso Tintín y el capitán Haddock buscan al profesor Tornasol por los muelles locales, y por este motivo por toda la ciudad se pueden ver reproducciones gigantescas de esas viñetas, con medidas de 4x3 metros.
Qué ver y hacer en Saint-Nazaire
Los principales lugares de interés de esta población francesa están vinculados al mar y a los astilleros. Es el caso de la Base Submarina, donde se puede ver el submarino Espadon; los Astilleros del Atlántico, que se recorren en autobús acompañados por un guía, o el crucero Escal’Atlantic, en el que se pueden visitar los camarotes, la sala de máquinas o la sala de mandos. Por la noche, el puerto se ilumina con un bonito espectáculo de luces azules, verdes y rojas creado por el artista francés Yann Kersalé.
Otras visitas altamente recomendables son las del Ecomuseo, la Ciudad-Puerto, la catedral, la Senda de los Carabineros, que tiene siete kilómetros y acoge árboles de diferentes tipos; el túmulo de Dissignac, un monumento megalítico, o el Jardín Botánico, que está situado a orillas del mar.
Existen en la villa dos grandes terrazas panorámicas situadas sobre el dique-esclusa y el techo de la base submarina. Desde ellas se contemplan las mejores vistas panorámicas de Saint-Nazaire y de Penhoët, el primer astillero que se construyó en la ciudad.
Comer en Saint-Nazarie
Por la influencia del Océano Atlántico, en la cocina tradicional de Saint-Nazaire abundan los buenos pescados y mariscos. Son excelentes las ostras del lugar, y además baratas, y también se encuentran buenas conservas de sardinas en aceite, deliciosa mantequilla salada y una rica sidra local.
Las sopas de pescado son algo muy habitual en las zonas de costa francesas, pero cada ciudad tiene sus propias recetas. No es raro que te las ofrezcan vendedores ambulantes en las playas de Saint-Nazaire, y son realmente exquisitas.