Nîmes, la ciudad romana de la Costa Azul
Poseedora de uno de los mejores legado monumentales romanos, Nîmes es una preciosa y luminosa ciudad francesa con más de 2.000 años de historia.
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Situada al sur de Francia, en el límite entre la Provenza y el Languedoc, Nîmes es una ciudad moderna que ha sabido mantener su herencia histórica de hace más de 2.000 años.
En la villa encontraremos importantes y bien conservados restos de la época romana. El que más fama tiene es el anfiteatro, que todavía acoge distintos espectáculos. Con poco más de 140.000 habitantes, es una ciudad pequeña, pero muy agradable y llena de animación, de historia, de fiestas, de tradiciones y de deliciosos productos gastronómicos.
Disfruta de un estupendo clima de tipo mediterráneo, y presume de ser la localidad con la temperatura veraniega más alta de Francia, en torno a los 30 grados centígrados.
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Nîmes monumental
Es inevitable empezar la visita a la ciudad de Nîmes por su Anfiteatro, construido en el siglo I d. C. Lógicamente ha experimentado diversas reformas a lo largo de su historia, llegando incluso a albergar un palacio y un pequeño barrio en su interior. En la actualidad está considerado como el anfiteatro mejor conservado del mundo.
Otras joyas romanas de esta villa francesa son La Maison Carrée, un templo edificado en el año 16 a. C. por el emperador Augusto; la Tour Magne, construida en el año 15 a. C. y visible desde casi cualquier punto de Nîmes; la Muralla Romana, erigida entre los años 16 y 15 a.C. o el Templo de Diana. De 1745 son los Jardines de la Fontaine, que han sido declarados los jardines públicos más antiguos de Europa.
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Qué comer en Nîmes
La cocina local, de aire mediterráneo, tiene una curiosa influencia española. Y es que en esta villa francesa son grandes aficionados a la tauromaquía. Su afición a los toros también está presente en su gastronomía, en recetas tan populares como el filete de toro o la carne de toro en adobo.
Otros platos típicos son la tapenade, las tellines, que son unas pequeñas almejas, los pâtés de Nîmes, el cordero lechal o la brandade de bacalao. Para postre te recomendamos pedir unos quesos pélardons de las Cévennes o unos croquants Villaret. Puede terminar la comida tomando un delicioso café en algunas de las muchas terrazas de la ciudad.
Para beber, dos recomendaciones: los vinos Costières de Nîmes o el agua de Perrier, que proviene de un manantial cercano a Nîmes.
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Qué esperar de nuestra visita a Nîmes
Nada más llegar a Nîmes nos llamará la atención su luz, y es que se trata de una de las luminosas ciudades del Mediodía francés. Si la visitas en verano, prepárate, porque cuenta con una gran afluencia de turistas.
Por su pequeño tamaño, es una villa muy cómoda, y sus principales monumentos se pueden recorrer en un solo día. Pero hay otras muchas propuestas que disfrutar durante nuestra estancia. Por ejemplo, los eventos locales. En los meses de verano tienen lugar las Noches de los Jardines (junio y julio), que son conciertos que se celebran en los Jardines de la Fontaine, o el Festival de Nîmes, que se celebra en el Anfiteatro (julio).
Es también una ciudad ideal para salir de compras. La mejor zona comercial se encuentra en el centro de la ciudad, entre el Boulevard Des Arenes y la Rue de l’Horloge Nimes. Se trata de una agradable zona peatonal donde se pueden adquirir desde artículos de cestería a la tradicional cerámica del país del Uzege, y por supuesto las ricas especialidades gastronómicas de la región.
