La mítica y romántica ciudad de Paris, en Francia
Es una de las ciudades europeas favoritas para los viajeros de todo el mundo. Conocida como “la Ciudad de la Luz”, París es la capital de Francia, y recibe cada año más de 42 millones de visitantes. La ciudad se encuentra dividida en 20 barrios o distritos, situados todos ellos en torno al río Sena. A su vez, cada uno de estos distritos se subdivide en cuatro quartier o barrios. Una de las zonas más visitadas es la de los Campos Elíseos, una avenida de dos kilómetros de longitud que comunica el Arco del Triunfo con la Plaza de la Concordia.
La ciudad de París posee un clima de tipo oceánico semicontinental, y se halla bastante alejada de la costa. Las temperaturas son relativamente suaves durante todo el año, aunque en verano pueden llegar a superar ocasionalmente los 30 grados centígrados. En esta estación son muy habituales las tormentas. Las estaciones más lluviosas son la primavera y el otoño. En cuanto al invierno parisino, cuenta con temperatura media de alrededor de 5 grados, y se alternan los días de lluvia y nieve, siendo las precipitaciones de agua más frecuentes.
Conocer París, sus monumentos, museos y todos sus encantadores rincones lleva tiempo. Si no disponemos de él, hay tres lugares imprescindibles en toda visita a París: el Museo del Louvre, la Torre Eiffel y el Arco del Triunfo. La Torre Eiffel se halla en el Distrito 7, y constituye el principal símbolo de la ciudad. Fue edificada en el año 1889 con motivo de la Exposición Universal bajo la dirección de Gustave Eiffel, y conmemoraba el centenario de la Revolución Francesa. Su altura original era de 300 metros, pero años después supero esa altura en 20 metros debido a la antena de radio y de televisión que hay en la parte superior. En su interior se encuentran el restaurante Altitude 95, la sala de recepciones y conferencias Gustave Eiffel, una tienda de recuerdos, el Cineiffel, el restaurante Julio Verne o una oficina de correos.
Respecto al Arco del Triunfo, lo encontraremos en plena plaza de Charles de Gaulle. No pasa desapercibido, ya que cuenta con unas medidas de 50 metros de alto sobre una base de 45 por 22 metros. Fue construido por orden del emperador Napoleón tras la batalla de Austerlitz. En su base se halla la Tumba del Soldado Desconocido, y en su interior hay un museo que explica los 30 años que duró la construcción del monumento. En la parte superior, tras subir 286 escalones, llegamos a una terraza que ofrece las mejores vistas de la ciudad.
El museo más famoso de París, y el más visitado del mundo, es el del Louvre. Se encuentra en el palacio homónimo, y alberga más de 300.000 piezas procedentes de variadas civilizaciones, culturas y épocas. De esta espectacular cifra, sólo se muestran alrededor de 35.000 piezas. Entre las obras más populares del Louvre se hallan La Gioconda, de Leonardo da Vinci; La Venus de Milo, de la Antigua Grecia; El Escriba Sentado, del Antiguo Egipto; La Libertad Guiando al Pueblo, de Delacroix; Las Bodas de Caná, de Veronés o La Victoria Alada de Samotracia, del periodo Helenístico de la Antigua Grecia.
Otros lugares que no pueden dejar de visitarse en París son la Avenida de los Campos Elíseos, la Basílica del Sacré Cœur, la Catedral de Notre Dame, el ex Hospital de Los Inválidos, el Panteón, el Arco de la Defensa, la Ópera Garnier, el Museo de Orsay, el Museo Nacional de Historia Natural de Francia o el pintoresco Barrio de Montmartre, entre otros muchos lugares.
La cocina francesa está considerada como una de las mejores del mundo, y París es su epicentro. En los restaurantes parisinos que ofrecen cocina francesa podremos deleitarnos con recetas como el Coq au vin, pollo con verduras cocinado al vino; el Pot-au-feu, un cocido de buey con verduras; el Boeuf Bourguignon, que consiste en carne de ternera estofada en vino tinto; los Escargots o caracoles; el Croque-monsieur, un sándwich de jamón y queso horneado; la Quiche Lorraine, una tarta salada elaborada con huevos y nata e ingredientes como carnes y queso; el Foie gras, el hígado de patos o gansos cebados; los brioches, bollos elaborados con huevos, levadura, leche, mantequilla y azúcar; la Tarte Tatin, una tarta de manzana en la que las frutas están caramelizadas; los Crepes, deliciosas tortas de harina de trigo que puede rellenarse con ingredientes tanto dulces como salados, o el Ratatouille, una especie de pisto de berenjena, tomate, calabacín, pimientos y albahaca. Y, por supuesto, no hay que dejar de probar los magníficos quesos y vinos franceses.
La oferta de hoteles en París es espectacular. Incluye alojamientos de todas las categorías, superando la cifra de más de 500 establecimientos. Se puede reservar habitación en la mayoría de estos hoteles a través de la página web de Hoteles.net a un excelente precio. Además, registrándonos gratis en la web de Hoteles.net obtendremos descuentos directos de entre un 1 y un 7% en todas las reservas. También se acumulan puntos canjeables para descuentos adicionales en las próximas reservas.
La ciudad de París lo tiene todo para ser considerada uno de los principales destinos del mundo. Está diseñada para el disfrute de sus visitantes, que quedarán encantados con sus calles, plazas, edificios, jardines y monumentos. Además, París ofrece experiencias inolvidables, como dar un romántico paseo en barco por el río Sena, subir a lo alto de la Torre Eiffel, acudir a un espectáculo de cabaret en el mítico Moulin Rouge, salir de compras por el Marché aux Puces de Montreuil o pasear por algunos de sus barrios más pintorescos, como Montmartre o Montparnasse. Quien visita la ciudad de París, siempre está deseando volver.