Lourdes, ciudad de peregrinación Mariana en Francia
El Santuario de Lourdes, en Francia, recibe millones de visitantes todo los años.
Fuente de la imagen: Megaconstrucciones
La pequeña ciudad de Lourdes se encuentra situada en los Altos Pirineos Franceses (Hautes-Pyrenées), rodeada de un entorno natural de los más atractivo y sugerente. En el año 1858 tuvieron lugar, en una gruta de un bello paraje local, varias apariciones Marianas, es decir, que cuentan que se apareció la Virgen María en diversas ocasiones.
Dichos acontecimientos propiciaron la creación del famoso Santuario de Lourdes, lugar de gran espiritualidad y destino de enfermos y creyentes de todo el mundo, construido alrededor de la gruta donde se apareció la Virgen.
Con poco más de 15.000 habitantes, esta ciudad francesa es en la actualidad uno de los principales destinos turísticos de Francia, contando para ello con una excelente y variada oferta hotelera y restauración, la necesaria para acoger a los más de cinco millones de personas que la visitan todos los años.
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Qué ver en Lourdes
Además del gran santuario, donde se venera a la Virgen de Lourdes con los Pirineos como espectacular marco, en la ciudad existen otros lugares que no hay que dejar de visitar. Es el caso del Castillo, una fortaleza de estilo pirenaico del siglo XI que está considerado Monumento Histórico. Alberga el Museo de los Pirineos, una interesante colección que narra la historia de estas montañas y de los que en ellas habitan.
Un buen plan es coger el funicular que llega hasta lo alto del Pico Jer, desde el que se disfruta de unas maravillosas vistas de la ciudad, de los Pirineos y de las cercanas localidades de Tarbes y Pau. En su cima hay una gran cruz que todas las noches se ilumina.
La oferta de museos local es buena, incluyendo el Museo de Lourdes, que recrea cómo era la localidad durante el siglo XIX, teniendo un importante papel los acontecimientos del año 1858. También posee un Museo de Cera, donde podemos contemplar 18 escenas y más de 100 personajes realizados en cera. Finalmente, el Pequeño Lourdes cuenta con una curiosa reconstrucción a pequeña escala, pero con gran detalle, de la ciudad durante el año 1858.
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Comer en Lourdes
La oferta gastronómica local está principalmente basada en la cocina tradicional de los Pirineos. Sus platos se elaboran con productos autóctonos de la zona, como la judía blanca de Tarbes, la cebolla de Trebons y la trucha, el cordero y las castañas de los Pirineos.
Entre las recetas más típicas se encuentran la garbure, que es una sopa de verduras y judías blancas con carne confitada y un hueso del jamón de esta tierra llamado camayou, o la touradisse, una pasta de harina de maíz guisada. También cuentan con una gran variedad de platos en los que el pato y la oca son el principal ingrediente, como los confitados, el foie gras, los estofados, los patés, los magrets o los guisos.
Fuente de la imagen: Visorando
Lourdes, mucho más que un santuario
Además del visitadísimo santuario, la ciudad francesa de Lourdes ofrece a sus visitantes una variada oferta de actividades y eventos, y junto al gran fervor religioso convive un animado ambiente local, tanto nocturno como diurno.
Para los amantes de la naturaleza, el lago y el bosque de Lourdes no les dejará indiferentes. Estos parajes, situados a tres minutos de la ciudad, son un enclave ideal para desconectar y gozar de la naturaleza, además de ser perfectos para practicar actividades como la pesca, la vela, el remo o la BTT, entre otras posibilidades.
Además, en la zona de Lourdes hay numerosos manantiales y aguas termales, lo que ha promovido la creación de varios balnearios con una magnífica oferta para la salud y para el cuidado del cuerpo y la mente.