Bézier, visita obligada en la región francesa de Languedoc - Roussillon

Belén Valdehita

La región del Languedoc-Roussillon, en el sureste de Francia, cuenta con pueblos que merece la pena conocer a fondo. Uno de ellos es Béziers, una preciosa ciudad medieval de alrededor de 70.000 ubicada cerca de la costa, entre Narbona y Montpellier. El casco antiguo está situado sobre una colina, rodeada por antiguos puentes de piedra sobre el río Orb. La parte más moderna se extiende por una gran llanura de gran riqueza vitícola. Surcada por el canal del Midi, Béziers es una localidad que invita a pasear, a visitar sus lugares monumentales y a animar a su popular equipo de rugby.

El clima de Béziers es de tipo oceánico, contando con una temperatura media anual es de 15 grados centígrados. El mes más frío del año es enero, con una temperatura media anual de 7 grados, mientras que julio es el mes más cálido, con una temperatura media anual de 23 grados. La precipitación media anual es de 649 mm, siendo octubre el mes más lluvioso, con 86 mm, y julio el mes más seco, con 22 mm.

La mejor forma de conocer Béziers es paseando por sus calles, descubriendo sus monumentos, sus agradables cafés o sus numerosas tiendas. Entre las joyas arquitectónicas destacan la catedral Saint-Nazaire, del siglo XVI, ubicada en la parte más alta de la ciudad; el Puente Viejo que hay sobre el río Orb, que fue construido en la Edad Media, o las dos plazas de toros de la villa, una de la época romana y otra de finales del siglo XIX.

Pero hay mucho más que ver en Béziers, como el Escenario de los Poetas, un bello parque de estilo inglés del año 1867; el Museo de Beaux-Arts o Bellas Artes, situado en los palacetes Fabrégat y Fayet; el canal del Midi, del siglo XVII; el Museo Saint-Jacques, las esclusas de Fonserannes, el Jardín de la Plantade, el Molino de Cordier o de Bagnols, la Iglesia de Saint-Jacques, la Iglesia de Saint-Aphrodise, la Iglesia de la Madeleine, la Iglesia Saint-Jude, la Iglesia de l’Immaculée Conception, el barrio du Capnau, la capilla del Jardin Notre-Dame (siglo XVIII), la capilla de Pénitents Bleus (siglo XVIII) o la isla de Tabarka, que se encuentra en medio del río Orb.

En Béziers podremos disfrutar tanto de la cocina tradicional francesa como de las especialidades de la región del Languedoc-Roussillon. La cocina típica gala incluye platos tan clásicos como el Coq au vin, un estofado de gallo al vino; el Hachis parmentier, un gratinado de puré de patatas y carne picada; el Pot-au-feu, un guiso de buey y verduras o el popular Croque-monsieur, un sándwich mixto cocinado al horno que si lleva huevo se denomina Croque-madame. Entre las recetas más populares de esta zona se encuentran el Bourride, un plato cuyo principal ingrediente es el pescado; la Brandada de bacalao, que consiste en una pasta de bacalao desmigado y gratinado, o el Cassoulet, un guiso que incluye alubias blancas y carne.

La oferta de hoteles en Béziers incluye el Hotel Terminus y el Hotel Campanile Béziers, ambos de dos estrellas. Se puede reservar habitación en estos hoteles a través de la página web de Hoteles.net a un excelente precio. Además, registrándonos gratis en la web de Hoteles.net obtendremos descuentos directos de entre un 1 y un 7% en todas las reservas. También se acumulan puntos canjeables para descuentos adicionales en las próximas reservas.

Béziers posee un precioso conjunto arquitectónico que por sí solo ya justifica la visita, pero esta ciudad francesa ofrece mucho más. Desde la villa de Béziers podremos contemplar de algunas de las mejores vistas panorámicas de la región de L’Anguedoc-Roussilon, y cuenta con una sugerente oferta monumental, gastronómica, vitícola y de ocio. Para cualquier duda, o simplemente para aconsejarnos, podremos acercarnos a la Casa del Turismo y del Vino de Béziers, situada en el número 1 del Boulevard Wilson.