La villa medieval de Bethune, en Francia
Bethune es una de esas ciudades francesas que nos transporta a épocas pasadas, pero que también recibe a sus visitantes con una actual y completa oferta turística.
Cuando visitemos el casco antiguo de la ciudad de Bethune podremos comprobar que todavía quedan lugares en esta población francesa que dejan muy claro que fue fundada en el siglo XII. Y eso a pesar de que la villa resultó bastante afectada durante la I Guerra Mundial.
Este encantador municipio galo está situado en el departamento de Paso de Calais, en la región de Norte-Paso de Calais. En su origen fue una ciudad burguesa donde tenían lugar varios mercados agrícolas. En el siglo XIX se transformó en una ciudad minera, mientras que en el siglo XX se reconvirtió en una población industrial, acogiendo empresas como el fabricante de neumáticos Bridgestone.
Lugares emblemáticos de Bethune
Si hay un lugar especial en la villa de Bethune, esa es la Grand'Place. Tuvo que ser reconstruida tras la I Guerra Mundial para llegar a nuestros días manteniendo todo su encanto. Rodeada de casas de estilo flamenco, en ella destaca una gran torre. Fue edificada en el siglo XIV como atalaya y campanario, tiene tres pisos y alberga un bonito carillón. Esta torre-atalaya fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2005.
Proseguimos nuestro recorrido acercándonos a conocer el Hôtel de Ville. Construido en el año 1811, hoy en día acoge la Casa Consistorial, y está clasificado como monumento histórico. Su fachada es realmente espectacular, y resulta de los más fotogénica.
Hay otro hotel con mucho encanto, el Hôtel de Beaulaincourt, además de varios templos antiguos, como la Iglesia Saint-Vaast o la Iglesia des Récollets. Y la lista de lugares especiales también incluye la Torre Saint-Ignace, el Cuartel Chambors o el Bastión Saint-Pry.
Cosas que hacer en Bethune
Estamos en Francia, y siempre es un buen plan darse un homenaje gastronómico. Y es que la cocina francesa siempre resulta una auténtica delicia. Lo mejor es ir a lo seguro, y probar platos que los franceses dominan y han hecho de ellos un emblema, como el coq au vin, un estofado de gallo al vino, o el pot-au-feu, un contundente guiso de buey y verduras.
Aunque Bethune es una ciudad bastante tranquila, siempre encontraremos mucha animación en su magnífica plaza adoquinada, la Grand’Place, que además está rodeada por todo tipo de tiendas y coquetos cafés.
Respecto a la torre-campanario-atalaya que hay en plena plaza, decir que tiene una altura de 33 metros, y que hay que subir nada más y nada menos que 133 escalones para llegar a lo más alto. Pero de verdad que merece la pena el esfuerzo, porque desde los alto se pueden contemplar unas espectaculares vistas panorámicas. También es siempre un placer escuchar su carillón, compuesto por 35 campanas, y cuyo sonido especial podremos llevarnos como recuerdo cuando volvamos a casa.