Burdeos, la ciudad francesa que nunca duerme

Belén Valdehita

Al sudoeste de Francia se encuentra la encantadora ciudad de Burdeos, Bordeaux en francés. Estuvo bajo el dominio de Gran Bretaña casi tres siglos, así que se puede decir que es la ciudad menos francesa del país vecino. Famosa por su tradición vinícola, Burdeos posee un animado ambiente gracias a su universidad. Los estudiantes proporcionan a la villa una gran vida, tanto de día como de noche.

Capital de la región de Aquitania y prefectura del departamento de Gironda, Burdeos posee un agradable clima de tipo mediterráneo. En verano se puede disfrutar de una temperatura de entre 25 y 35 grados centígrados, mientras que en los meses invernales oscila entre los 10 y los 15 grados. La temporada más lluviosa es la invernal, mientras que en la primavera y el otoño las precipitaciones son más suaves.

La verdad es que Burdeos es una ciudad para visitar en cualquier época del año. En cualquier estación podremos descubrir tanto sus monumentos, como sus bellos parques o los numerosos y pintorescos rincones de la villa. La ciudad, que está bañada por el río Garona, comenzó a gestarse en la época de la Ilustración, y cuenta con el mayor número de edificios protegidos de Francia, por detrás de París. Uno de los lugares más emblemáticos y bellos es el Puerto de la Luna, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2007.

En Burdeos no hay que dejar de visitar la famosa Catedral de San Andrés (siglo XI), sin duda el más destacado edificio religioso de Burdeos; el Monumento a los Girondinos, que se encuentra situado en la Explanade des Quinconces; la Basílica de Saint-Michel, que fue construida entre los siglos XIV y XVI; el Gran Teatro de Burdeos, del siglo XVIII; la preciosa Place Royale, realizada entre los años 1730 y 1755 y donde sobresale una fuente con las Tres Gracias; el Barrio de Chartrons, donde, además poder contemplar impresionantes, mansiones descubriremos un buen número de bodegas; el Casco Viejo, el Gran Teatro o la Plaza de la Bolsa.

Si vamos a pernoctar en la ciudad, encontraremos una excelente oferta de hoteles en Burdeos. Desde hoteles de cinco estrellas, como el Burdigala o el Grand Hotel de Bordeaux & Spa; de cuatro, como el Hotel Mercure Bordeaux Gare St. Jean, el Hotel Relais de Margaux o el Hotel Mercure Chateau Chartrons; de tres estrellas, entre los que se encuentran los hoteles de tres estrellas Aparthotel Victoria Garden Bordeaux, el Hotel Appart City Bordeaux Centre, el Hotel Quality Sainte Catherine, el Hotel Mercure Cite Mondiale o el Hotel de La Presse, y otros alojamientos de categoría inferior pero que ofrecen calidad.

A la hora de reponer fuerzas contaremos con las excelencias de la cocina bordelesa. Los platos más recomendados son las ensaladas y las recetas de carne. Un cruce entre ensalada y la carne es la landaise, procedente de Las Landas, que se prepara con verduras variadas, magret de pato y mollejas. Otros platos para carnívoros son la poule au pot, un pollo relleno de legumbres, o el foie de pato y de oca.

Las sopas de Burdeos también son muy recomendables, entre otras el tourin, que incluye grasa de oca, claras de huevo, ajo y cebolla, o la garbure, un caldo preparado con coles a la bordelesa, carnes confitadas y judías secas.

Otros platos bordeleses que no hay que dejar de probar son las ostras de la Bahía de Arcachón, las angulas a la española, las royans (sardinas frescas), las tricandilles (tripas de cerdo aromatizadas con ajo y pimienta fresca), el salmi de palombe (estofado de carne con salsa de vino y picatostes de ajo), los espárragos violetas del Blayais, los espárragos verdes de las Landas o los caracoles a la Caudéranaise. Para marinar, nada mejor que los excelentes vinos de Burdeos.

Los aficionados al vino encontrarán un verdadero paraíso en Burdeos, localidad donde podrán recorrer viñedos, bodegas, vinotecas y otros muchos espacios dedicados a promover los vinos de Burdeos. De hecho, uno de los eventos más populares de la ciudad gira en torno al mundo del vino. Tiene lugar en la explanada de los Quinconces, normalmente a finales de junio o a principios de julio. Entre los eventos que se realizan en esta fiesta están las catas de vinos, conciertos, desfiles, fuegos artificiales y otras muchas actividades.

Pero la ciudad de Burdeos es mucho más ir de bodegas por el Casco Viejo y disfrutar de sus vinos. En esta villa hay que ir a los muelles a contemplar y fotografiar las espectaculares vistas, que también podremos obtener desde la Torre Pey Berland. Los aficionados al deporte disfrutarán haciendo running o dando un paseo en bicicleta por alguno de los preciosos parques bordeleses, mientras que los que prefieran actividades culturales no deben dejar de acudir a la opera o visitar el Museo de Arte Contemporáneo.

Los adictos a las compras disfrutarán recorriendo el denominado Triángulo bordelés, donde predomina la comercial Rue Sainte-Catherine. Para alternar por el día, tomando unos vinos y probando las especialidades de la tierra, las mejores zonas son el casco viejo y las callejuelas que rodean la Plaza du Parlament. Por la noche, la zona más animada para salir de copas se encuentra en las dársenas del norte de la ciudad, más exactamente en el Quai Armand Lalande. Los antiguos edificios de esta zona portuaria han sido rehabilitados y transformados en bares de copas, restaurantes y discotecas. Para disfrutar de una copa más relajada, siempre se puede acudir a alguna de las agradables terrazas que hay a lo largo de los muelles.