Tours, la puerta al Valle del Loira

Johanna Saldón 05 Noviembre, 2019

Tours es una de las ciudades imprescindibles si quieres recorrer el Valle del Loira y visitar castillos como Chambord, Blois o Chenonceau. Es una ciudad a orillas del río que fue capital de Francia durante un siglo y en donde se demuestra que los atractivos de la zona no son únicamente sus castillos. Uno de los placeres es recorrer sus calles medievales y tomar algo en sus terrazas.

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Tours es una de las ciudades imprescindibles si quieres recorrer el Valle del Loira. Fue capital del Reino de Francia y ahora resume a la perfección el arte de vida francés. La ciudad con aires medievales suele ser el lugar elegido como base por muchos los que hacen una ruta por el Valle de Loira para ver sus famosos castillos. De hecho España se ha convertido en el primer país de procedencia de los turistas que la visitan.

En cualquier caso, Tours es una ciudad calificada de “arte e historia”, en la que es posible experimentar ese art de vivre único de las ciudades de tamaño justo, esas que tienen las ventajas de la vida urbana pero no los inconvenientes de las grandes aglomeraciones.

Una ciudad a orillas del río que fue capital de Francia durante un siglo y en donde se demuestra que los atractivos de la zona no son únicamente sus castillos. Uno de los placeres es sentarse en una terraza y disfrutar de los sauces llorones y del ambiente de salsa y jazz.

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Casco antiguo medieval

El casco antiguo de Tours tiene aires medievales con sus callejuelas adoquinadas, sus casas de armazón de madera y sus plazas. La más conocida es la plaza Plumereau, rodeada de casas típicas y repleta de acogedoras terrazas. Animada tanto de día como de noche, la plaza atrae a una población cosmopolita de habitantes, estudiantes y turistas. Esta es sin duda la zona más bonita de la ciudad, es como adentrarse en otra época, como viajar al pasado.

La Catedral Saint-Gatien (s. XII - XVI) alberga en su interior un espléndido coro, realzado por la hermosura de las vidrieras. Destacan otros dos monumentos religiosos: la Basílica de Saint-Martin y la Abadía de Marmoutier, ambas estrechamente relacionadas con el Camino de Santiago.

Tours es, sin duda, una ciudad de cultura y gastronomía. Los amantes del buen comer podrán degustar todas las especialidades regionales como el confit o el magré de canard entre otros. . Y por supuesto acompañadas por un buen vino.

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Otra buena idea es visitar su mercado que en esta ciudad merece mucho la pena. El mercado de Les Halles fue construido en 1970 en este barrio.

Como gran ciudad que es hay todo tipo de supermercados, tiendas, cafeterías, restaurantes, áreas de ocio para los niños, sin embargo es una ciudad que se recorre fácilmente a pie y que tiene el encanto de un pueblo pequeño, a lo que se suma estar rodeada de naturaleza.

En cualquier caso, Tours es una ciudad que está marcada en el eje de la ruta desde España a París, y a la que desde la capital francesa se llega en apenas una hora en tren de alta velocidad TGV, por lo que es muy accesible para ser visitada.

Otros planes

Uno de los planes diferentes y apetecibles es coger una embarcación y recorrer el río Lora. Este río atraviesa la ciudad, y te puedes embarcar en una excursión que no olvidarás nunca. Recorrer el Valle del Lora a través del río tiene premio: esta zona cuenta con hasta 42 castillos, que se han bautizado como Los castillos del Loira. No dejes de ver el de Chambord, Chenonceau o Blois entre otros.

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