3 castillos de cuento en el Loira
El Valle del Loira es uno de los destinos más visitados de Francia y un entorno de cuento. Sus palacios constituyen uno de los legados arquitectónicos y culturales más importantes de Europa, lo que hizo que la UNESCO reconociera buena parte del valle como Patrimonio de la Humanidad. Hoy te damos una selección con 3 castillos que no debes perderte: Chambord, Chenonceau y Villandry.
El Valle del Loira es un destino de cuento. Uno de los esos lugares que contagian paz e historia. Castillos, viñedos, crepes, anécdotas de caballeros y princesas… y el río Loira siempre presente. Esta espléndida campiña que entre los siglos XV y XVIII sirvió de oasis para la realeza y nobleza francesa es una de los destinos más románticos y turísticos de Francia y sigue atrayendo año tras años a miles de visitantes.
Los palacios constituyen uno de los legados arquitectónicos y culturales más importantes de Europa, lo que hizo que la UNESCO reconociera buena parte del valle como Patrimonio de la Humanidad.
Son muchos los castillos que se pueden visitar y todos tienen un encanto especial, pero hoy hemos hecho una selección de los 3 que no deberías perderte.
Chambord
El Château de Chambord es uno de los más impresionantes de todo el Valle del Loira y sin duda una visita imprescindible. Tiene una escalera espiral de doble tiro atribuida a Leonardo da Vinci, la cual conduce a la gran terraza del palacio. El castillo con sus 440 habitaciones, 365 chimeneas y 84 escaleras, tan solo fue habitado durante 72 días por Francisco I, aunque mantiene una rica decoración renacentista.
Es el castillo más grande del Valle del Loira y la vista desde el lago es una imagen que impacta a quienes lo visitan. Está rodeado por una verde arboleda y una extensa pradera que rodea al edificio.
Chenonceau
Es el más turísticos y está en todos los rankigns por ser uno de los más bonitos. Sin duda es espectacular. Conocido como "el castillo de las damas", el Château de Chenonceau es uno de los más exquisitos y elegantes de todo el Valle del Loira. Buena parte de su estructura exterior se ve sostenida por arcos de piedra que flotan sobre el agua, dándole una visión totalmente de ensueño. Levantado sobre el río Cher por la familia Bohier, la construcción se inicia en el siglo XVI tras la demolición de una fortaleza y molino fortificado, conservando tan solo la torre del homenaje que todavía hoy da la bienvenida a todos los turistas a la entrada de la explanada del castillo.
Su posición sobre el río le concede un aire señorial y majestuoso… Pasear por su bosque y desconectar durante un rato de la multitud… uno siente que ha retrocedido siglos y espera que en cualquier momento aparezca la princesa y el caballero. Prioridad absoluta.
Villandry
Sus jardines, al más puro estilo Versalles, invitan a recorrerlos sin prisa. El Castillo por dentro quizá no es el más bonito pero sus exteriores y jardines son una delicia. Es curioso que Villandry no suele aparecer en la lista de castillos imprescindibles y sin embargo aquí se encuentra uno de los jardines más bellos de Francia lo que justifica por sí solo una visita. Tiene una zona de juegos con mesas para poder comer o picotear algo.
Los cuidados de los jardines de Villandry son extremadamente rigurosos, sobre todo por su increíble simetría, por lo que requieren muchísimo cuidado, que llevan a cabo diariamente diversos jardineros. Las mejores perspectivas se obtienen desde el mirador, en la zona del bosque, desde donde se pueden ver a la perfección los cuatro cuadrados que forman los llamados jardines del amor. Si tienes un poco de tiempo extra, una buena opción, después de subir al mirador para ver el Jardín Decorativo, es perderse por el bosque, desde donde se tienen unas vistas increíbles del castillo, los jardines y el pueblo.
Tres castillos idílicos que invitan a desconectar y relajarse, a aprender historia y a disfrutar.