Annecy, la Venecia de Saboya
Annecy en Francia está considerada una de las ciudades más bonitas y estéticas de Saboya. Un paseo por su casco histórico es verdaderamente fascinante. Los canales, las orillas floridas, los preciosos puentecitos, las bicicletas y las hermosas casas con fachadas de colores, son motivo más que suficiente para que Annecy reciba el nombre de la Venecia de Saboya.
Annecy, capital de Alta Saboya, está considerada una de las ciudades más bonitas y estéticas de Francia. Es uno de esos lugares que atrapa con una imagen y que uno quiere visitar. La realidad no decepciona al contrario. Annecy es todo lo que esperas, incluso más. Tan estética, bonita y armónica como se ven en imágenes.
Un paseo por su casco histórico es verdaderamente fascinante. Los cautivadores canales, las orillas floridas, los preciosos puentecitos y las hermosas casas con fachadas de colores, son motivo más que suficiente para que Annecy reciba el nombre de la Venecia de Saboya.
Y por supuesto su lago Anncey, un lugar a los pies de las montañas, con cisnes en la orilla y agua verde turquesa. Sus aguas son tan límpidas que es considerado el más puro de Europa. Coger un barco y recorrer el lago y los alrededores es un plan imprescindible. Se alquilan lanchas motoras, barcas con motor y pedales para hacer la visita por tu cuenta, pero también hay barcos más grandes para hacer el recorrido en grupo.
Lago idílico
Otra de las divertidas opciones para visitar el lago es un circuito en bicicleta por los senderos señalizados que te llevan a merenderos y calas idílicos.
Los jardines de Europa, el puente de los Amores que atraviesa el canal de Vassé, la avenida de Albigny bordeada de plátanos y el Campo de Marte son lugares maravillosos apropiados para el descanso. Para conocer mejor el lago y las montañas que lo rodean, los visitantes pueden realizar travesías en lanchas motoras o alquilar pedales o barquitas con motor.
Existen pocos cascos históricos tan fotogénicos como Annecy. A lo largo del canal del Thiou vas encontrando calles estrechas bordeadas con casas de fachadas coloridas, que hacen pensar en la arquitectura italiana. Es un placer disfrutar del agua turquesa del canal y recorrerlo cruzando puentes y pasajes abovedados.
Palacio de la Isla
En pleno centro de la ciudad vieja, el palacio de la Isla, antigua prisión y palacio de justicia, alberga actualmente el Museo de Historia de Annecy. Cerca de este edificio emblemático del siglo XII, la calle Santa Clara, repleta de bonitas casas con arcadas, es otro de los lugares ineludibles. En lo alto de la ciudad se encuentra el museo-castillo, antigua residencia de los condes de Ginebra y de los duques de Genevois-Nemours. Ahora está dedicado a la arqueología, la etnología, el arte, la historia y los lagos alpinos.
Y por supuesto otro placer de la visita es probar la gastronomía local. El Casco Viejo se caracteriza también por los olores de comida que se escapan de los diferentes restaurantes que se sitúan allí. Sin olvidar los dulces, los escaparates son una tentación. No te vayas sin probar el gâteau de Savoie, un bizcocho típico de la zona.
Annecy, un entorno increíble entre lagos y montañas que le sirvió para ser seleccionado como candidato de Francia a los Juegos Olímpicos de invierno de 2018. Un lugar que no olvidarás por muchas razones: su gastronomia, su arquitectura y la paz que desprende su entorno.