Este establecimiento rural de gestión familiar está rodeado por una vegetación exuberante y es ideal para una estancia de descanso, lejos del ajetreo y el bullicio de la ciudad. Durante el día podrá disfrutar de la piscina al aire libre o explorar los hermosos alrededores en bicicleta o a pie. Por las noches podrá degustar, en el restaurante del establecimiento, platos preparados con productos locales por el hijo del dueño.
Un caserío berciano con apenas vecinos guarda un bosque húmedo y vibrante donde el agua, la bruma y la poesía conviven como si el tiempo se hubiese de...
En un rincón de Burgos, un pueblo pequeño convive con restos pétreos de coníferas gigantes que sobrevivieron al tiempo y hoy marcan su identidad entre...